GERD MÜLLER: "El Bombardero Alemán"

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Antes que Ronaldo, Batistuta, Palermo y Luca Toni, existió otro gran goleador en el fútbol mundial. Se trata de Gerd Müller, un potente delantero alemán, de buena pegada, definidor letal con ambos perfiles, y a pesar de su baja estatura, gran cabeceador. El artillero teutón se convirtió en uno de los delanteros más temidos de su generación. Se cansó de romper redes, y logró casi la misma suma de goles en igual cantidad de partidos. Una auténtica bestia del gol.

Gerd Müller era un goleador de aquellos. Nacido en Nördlingen (Alemania) el 3 de noviembre de 1945, rápidamente luego de su debut en el combinado de su país fue apodado el Bombardero alemán, propio de su fiereza dentro del área. Integró uno de los mejores seleccionados que ha dado el fútbol teutón, el que ganó la Eurocopa de 1972 y la Copa del Mundo en el '74.

Además, Müller es el máximo goleador en la historia de la Selección Alemana con 68 goles, de la Bundesliga con 405 tantos y de la Copa de Europa -hoy más conocida como Champions League- con 66 anotaciones.

El Bombardero era un jugador inteligente, oportunista y devastador. El área era su hábitat natural, vivía por y para el gol, y tenía un impecable sentido de ubicación. Quizás si Carlos Bianchi era contemporáneo en su rol de técnico a Müller jugador, también lo hubiera llamado del mismo modo que a Martín Palermo, porque no quedan dudas que el alemán era un auténtico “Optimista del gol”. Sus compañeros lo buscaban de memoria, porque cada vez que tiraban un centro al corazón del rectángulo mayor, sabían que el Bombardero iba a estar merodeando la zona.

A pesar de haberse destacado en el club de su ciudad (el TSV 1861 Nördlingen), el gran salto lo dio en el Bayern Múnich al que emigró en 1964, en donde estuvo acompañado de dos estrellas en potencia como lo serían Franz Beckenbauer y el arquero Sepp Maier, y más tarde se sumaría a la legión Paul Breitner. Pero para llegar a desempeñarse en el equipo más importante de Alemania, primero Müller debió sortear varios escollos. Uno de ellos fueron las cargadas, debido a que por su constitución física bajita y rellena, junto a sus piernas cortas, eran motivo de burla de los entrenadores y compañeros. Igualmente, el tanque teutón mucha atención no les presto, y pronto a fuerza de goles y carácter, les cerró la boca absolutamente a todos.

Por otro lado cabe decir que cuando Gerd Müller emigró al Múnich, la realidad no era de las mejores. El equipo estaba en Segunda División pero gracias al aporte de éstos excepcionales futbolistas (Müller, Beckenbauer, Maier, Breitner y demás), el Bayern se convirtió en lo que es hoy, el más ganador del fútbol teutón y el club que le aporta más jugadores a la Selección de Alemania.

Primero el Bayern Múnich se hizo fuerte en la Regionalliga Süd (Liga Regional Sur), para luego ascender a la Bundesliga, la máxima categoría del fútbol alemán. De ahí en más el equipo inició una larga cadena de éxitos. Con su club, Müller acumuló múltiples campeonatos durante las décadas de los '60 y los '70, incluyendo tres Copa de Europa (actual Champions League) consecutivas entre 1974 y 1976. Además, se destacó en su posición por ser un goleador incansable, debido a que el Bombardero durante su estadía en Múnich alcanzó la notable suma de 582 goles, de los cuales 66 fueron en sus 74 apariciones en la Copa de Europa, lo que es todo un récord para la competencia más prestigiosa a nivel clubes del mundo.

En 1979 es contratado por la North American Soccer League -NASL- (Liga de fútbol de los Estados Unidos) para jugar en el Fort Lauderdale Strikers al lado de grandes figuras de Sudamerica como el peruano Teófilo Cubillas y el chileno Elías Figueroa, además de compartir equipo con su compatriota Bernd Hölzenbein. Jugó tres temporadas en esta liga y marcó 40 goles en 80 partidos.

Además de ser el máximo artillero en la historia del seleccionado de su país, Müller fue goleador del Mundial disputado en México en el año 1970 en donde marcó 10 goles en 7 partidos, y sumado a sus 4 tantos en la Copa del Mundo siguiente del '74, fue el máximo anotador en los Mundiales hasta ser superado por el brasileño Ronaldo en 2006. Su gol más importante fue el de la final del Mundial '74 jugado en la misma Alemania ante la Holanda de Johan Cruyff. Ése tanto le permitió al equipo dirigido por Helmut Schoen ganarle 2-1 a la Naranja mecánica y consagrarse campeón del mundo por segunda vez.

Gerd Müller colgó los botines en 1982 y según la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol -IFFHS-, el centrodelantero teutón es el décimo (10º) goleador en la historia de los torneos oficiales de Primera División, por anotar 405 goles en 507 partidos. Sin dudas que el Bombardero fue uno de los mejores goleadores que dio el fútbol. Las redes destrozadas y sus miles de víctimas que dicen llamarse arqueros lo avalan. Porque como diría el Bambino, Gerd Müller adentro del área era una cosa de locos.



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